Como Marc ha pedido – La Academia De Amos y Esclavos – CAPÍTULO 2

Escrito por: lisbeth

Como Marc ha pedido – La Academia De Amos y Esclavos – CAPÍTULO 2

================================================================================================================================

Ya de pie, Marc y Álex se secan con una toalla blanca, grande y suave. Pero eso no es lo importante, se miran, se observan, se ven. Se sonríen recordando lo que acaban de hacer, follar, el amor, ambas. Sus ojos recorren el cuerpo del otro.

Los dos chicos son muy atractivos, como todos los humanos de su tiempo de hecho. Altos, Álex un poco más que Marc, con músculos bien marcados, pero para nada exagerados. Álex ha logrado definir su abdomen con unos perfectos abdominales que terminan en una “V” de la que Marc carece. Le envidia y desea por eso. Adora pasear su lengua por ese recoveco de su cuerpo.

La cara de Marc, hermosa, tiene los rasgos bien definidos. Nariz aguileña y bajo a unas densas cejas sus ojos claros, no azules, son una mezcla de tonos verdosos y marrón. Parecen cambiar de color según la iluminación. Tiene el pelo moreno, muy corto por los lados, aunque, a petición de su compañero, se lo deja crecer por arriba, para que tenga de donde tirar. Respecto al resto de su cuerpo, ni un solo bello salvo un delicado felpudo en la pelvis. Las dos únicas zonas donde a los hombres les crece pelo en este futuro.

-IRIS, yo salgo ya, que Marc se haga otro enema, a su gusto – Un último beso rápido y Álex abandona el baño dejando a Marc sorprendido por la petición. No sin antes fijarse en los glúteos perfectos, redondos y brillantes por la humedad que desaparecen tras la puerta que se cierra.

Marc se fija en la silla que le ha servido antes…

• Remodelemos un poco esta silla – dice al aire

• En que has pensado? – contesta IRIS

• La forma… Más ergonómica, que se adapte a mi cuerpo. Un material más agradable, no tan frío, pero suave… no me pongas madera – se ríe

En el transcurso de dos segundos la silla se transforma. Adquiere una forma orgánica y la superficie está completamente hecha de suave silicona que Marc reconoce. El dildo permanece en su lugar.

• Cambia estas argollas de metal, que sean también de silicona, pero pon en su interior una funda que se hinche y me abrace con fuerza – esta vez el cambio es más rápido – De qué material es el interior de las abrazaderas? - pregunta mientras las observa

• Neopreno

• Hazlas de látex mejor, ya sabes cuanto me gusta. Y en los pies, mejor que una argolla haz que me atrapen toda la pierna – literalmente, dos segundos – El dildo, IRIS, puedes articularlo para que me folle cuando acabe el enema…

• Por supuesto Marc – Responde IRIS con un tono que indica que sonríe, si tuviese cara para hacerlo…

  Fascinado por su obra, Marc se sienta en ella, es realmente cómoda. La silicona acompaña cada curva y pliegue en su cuerpo.

• IRIS

• Dime

• Ya sé que Álex ha dicho que lo que yo quiera… Pero a partir de ahora sigue tú, y sorpréndeme – dice Marc, acomodado en su obra.

Las restricciones se cierran atrapando sus piernas primero. Iris procede con los antebrazos y muñecas. Finalmente, su cuello. Ya no puede moverse, pero la cosa no para. Una venda se materializa en sus ojos y una mordaza, una bola de silicona en su boca. Son la sorpresa, imagina Marc. Por un instante su cuerpo se tensa, pero se fuerza a relajarse. Siente como las restricciones empiezan a apretar cada vez con más fuerza, cuando empieza a tener que esforzarse por respirar, la presión en su cuello se estabiliza. Levanta un poco la pelvis en un intento para reacomodarse, pero una nueva restricción aparece en su cintura. El aumento de presión se detiene en un punto muy agradable. Marc se excita enormemente con la presión completamente equilibrada y uniforme que ejerce el látex sobre su piel.

Permanece en ese estado unos veinte segundos, relajando su cuerpo y concentrado en su respiración. Entonces lo siente, agua fría, otra sorpresa. Empieza a llenarle el interior, siente el agua por dentro, primero en el recto, pero sube rápidamente. Con el agua fría el recorrido en su interior es mucho más evidente. Marc casi puede dibujar el recorrido de sus intestinos en su mente. Lejos de ser desagradable, disfruta de esa sensación. La entrada de agua se detiene, el dildo en su interior permanece inmóvil, pero Marc sabe lo que viene, ha sido idea suya. Ahora lleno por dentro casi se arrepiente, pero sabe que IRIS nunca le hará algo que él no pueda soportar.

Despacio el dildo se retira hasta lo que calcula que es más o menos la mitad. Vuelve a entrar, vuelve a salir, Marc siente que se caga. Esa réplica perfecta de la polla de Álex entra y sale de su culo cada vez con más velocidad, el líquido en su interior se mueve violentamente provocándole sensaciones muy poco agradables. Sabe que de no ser por su precaria situación él mismo se levantaría corriendo hacia el váter. De hecho, duda de si sería capaz de llegar, pero intentarlo no es una opción. Sus músculos se contraen, dificultando la situación. Su respiración se acelera sabe que jadea ruidosamente. Sus piernas se tensan con cada embestida y su esfínter sufre el estrés de la presión desde ambos lados. El agua que lucha por salir el dildo que entra con gran facilidad. El dildo que lo folla con violencia finalmente le abandona, al instante el líquido en su interior sale con fuerza, no puede controlarlo. Su culo está completamente abierto y en esos momentos, cerrarlo no entra dentro de sus capacidades. Para su sorpresa, el agua, no queda estancada en la silla, IRIS, en su infinita sabiduría, ha abierto un agujero a modo de drenaje donde antes se encontraba el dildo.

Ya vacío Marc se relaja, su respiración vuelve a su ritmo. La presión en su cuello y sus extremidades se relaja. Las restricciones se abren y Marc sabe que puede moverse, sin embargo, permanece quieto, sigue recuperando el aliento. La mordaza desaparece, puede cerrar la boca, traga la saliva acumulada, disfruta de la libertad.

• Gracias IRIS, ha sido increíble – pronuncia, todavía con dificultad, entre jadeos.

  Dirige sus manos a la cabeza para quitarse la venda en cuanto siente que su corazón vuelve a un ritmo normal. No es una tarea fácil, tiene los brazos agarrotados por la presión que experimentaban hace apenas un minuto, pero logra descubrirse los ojos.

• De verdad, mira que eres guarro, anda vuelve a ducharte que das asco, todo sudado… - dice Álex que se encuentra de pie frente a él – Si esto es lo que has aprendido tú solo me muero por descubrir lo que te enseñaran en la Academia – se ríe

Marc un poco avergonzado por la sorpresa se relaja cuando se da cuenta de la erección que esconde su compañero debajo del apretado traje de látex con el que se ha vestido. No sabe desde cuándo esa allí, no sabe cuánto ha visto, pero sabe que lo ha disfrutado.

Con esfuerzo se levanta y se mete en la ducha, Álex tiene razón, está completamente empapado en sudor. Ahora que los ojos se le han vuelto a adaptar a la luz, observa a Álex mientras sube el grifo para que empiece a salir el agua. Se ha puesto unas brillantes botas de goma y un traje de látex que le cubre todo el cuerpo excepto la cabeza, no le ve los pies, pero conoce los gustos de su compañero y sabe que también están bien cubiertos. El traje es negro, pero tiene algunos matices en rojo en las muñecas, cuello y hombros. En la parte de la polla lleva una cremallera que también luce un patrón zigzagueante en rojo eléctrico. Los músculos se le marcan con detalle y a Marc le gustan incluso más que cunado está desnudo. Se fija en sus favoritos, los abdominales de Álex, perfectos, todavía se ven. Marc tiene que reprimir el impulso de salirse de la ducha para tocarlos y lamerlos.

• Dúchate rápido, tengo que prepararte y no quiero que lleguemos tarde – Le dice mientras abandona el baño

Marc, hipnotizado por su culo, casi no lo oye.