4 folladas sin amor y 1 corrida desesperada -Final-

Escrito por: Bruxulos

• A las 16h suena el telefonillo, no necesito preguntar quien es. Le dejo la puerta entreabierta. Me tumbo en la cama. Le oigo cerrar la puerta. Sus pasos. El agua de la ducha. Su tumba a mi lado. Huele bien, a limpio. Aun esta algo húmedo. Fresco. Es agradable sentir su pecho y su barriga contra mi. Las lenguas empiezan una lucha por acaparar el espacio. Aunque también puede ser un baile. Su polla libre esta dura y la siento contra mi. La mía encerrada en el gayumbo también esta dura.

• Me lame y mordisquea los pezones. Me gusta, da gustito. Me sobetea la polla antes de bajarse a su altura y jugar con ella aun encerrada. Sabe que eso me pone muy cachondo. Baja el gayumbo, lo justo para que la polla se ponga perpendicular. Lame, chupa y folla la polla con la boca. Es un maestro. Es un mago. Es un ángel.

• Me sube el gayumbo y me da la vuelta. Utiliza mis nalgas como almohada. Apoya su cabeza, mordisquea, besa. Baja el gayumbo lo justo para meter la lengua entre mis nalgas. Sube y baja, entra y sale. Lame. Chupa. Sopla. Sorbe. Lento y rápido. Suave y brusco. Es un maestro. Es un mago. Es un ángel. Me gusta que me coma el culo, me da mucho gustito. Mucho, mucho, muchísimo.

• Me dejo llevar. Me relajo. Aunque su barba raspa. No pincha. Noto mi esfinter relajarse. Cada vez entra más la lengua. Cada vez siento más placer. Cada vez deseo más que me meta su verga.

• Sin despegar la lengua de mi piel sube por la espalda. Pronto me follará. Que ganas. Llega hasta la nuca y sigue lamiendo. Todo su peso sobre mi. Todo su torso sobre mi espalda. Su polla acoplándose. Siento la puntita abriendo camino. Me chupa la oreja mientras susurra “Ya eres mio”. Empujo el culo contra su rabo, entra en mi otra vez. Con los ojos cerrados veo colorines, espirales y toboganes. Lo tengo todo dentro. La tengo toda dentro. Me folla. Me gusta que me folle. Nadie me folla coma el. Es un macho, es mi macho. Es un maestro. Es un mago. Es un ángel.

• No quiero que pare nunca. Que nunca salga de mi. Mi polla encerrada y oprimida contra el colchón. Sube y baja. Se mueve al ritmo de la follada. Da gustito el roce con el gayumbo. Se corre. Siento su eyaculación golpeando y chocando en mi recto. Siento su rabo hinchando y menguando mientras se corre. Siento sus espasmos en la espalda. Se queda quieto sobre mi. Su respiración agitada en el oído. No ruge como un asno. Los asnos no rugen. Me gusta que se corra en silencio. Me gusta que se corra dentro de mi. Me gusta que se quede dentro de mi después. Me gusta sentir como la polla se va deshinchando y retrocediendo lentamente. Con respeto. Como si no quisiera hacerlo, pero no habiendo más remedio.

• Cuando ya no queda polla dentro, se arrodilla, me besa donde antes estaba follando y me sube el gayumbo. Se levanta. Oigo el agua correr en el baño, pasos y la puerta al cerrarse. Me quedo en la cama tumbado boca abajo. Erecto. Excitado. Contento. Realizado. Lleno. Satisfecho. Feliz. Muy feliz.

• Es de noche. Me levanto. Me lavo en el bidé, lo poco que queda de Vicente en mi hasta la próxima vez. Me veo en el espejo y estoy sonriendo. Ni si quiera me doy cuenta de hacerlo. Voy a salir. Pero es pronto para los bares de ambiente. Que costumbre más idiota. Salir tarde, para ligar tarde, para follar tarde. Hecho consumado.

• Me doy una ducha. Uso lavativa. Desodorante. Colonia. Polvos de talco en los huevos. Gayumbos limpios. Mmmmmmm. Que gustito el algodón suave rozando mi polla, sujetándola. Me excito.

• Salgo de casa, me meto en un bar cercano. Bocadillo de tortilla y pimiento frito, aceitunas, cerveza. Flan. Tarta. Flan. Tarta. Flan. Tarta… Mouse de chocolate. Carajillo.

• Voy andando hasta el centro. Tengo tiempo de sobra para llegar a donde sea. ¿Donde voy?

• Pruebo en un bar que nunca he ido. Una antigua sauna reciclada en cuarto oscuro. Ninguno de los dos me atrae, pero un día es un día, y tengo tiempo para llegar a donde sea.

• Entro indeciso, como cuando entras a un sitio por primera vez, como me ocurre en este momento. Barra nada mas entrar. Pequeña, corta. Me pido un tercio. Me pierdo por el laberinto de pasillos, puertas y habitaciones. Hay una habitación con butacas y pantalla como un cine donde varios hombres depilados y musculosos se hacen de todo unos a otros. Todos fuertes, todos guapos, todos tatuados, todos pollones, todos estándar. Ninguno de mi gusto. No me excitan esas películas.

• Me cruzo con varios clientes. Diferentes aspectos, edades y cuerpos. En una habitación pequeña, un hombre se pajea tumbado. Hay dos follando y uno mirando. Oigo gemidos más adentro. Una mano me soba la polla. No veo quien es, tampoco me importa mucho. Me saco la polla y la mano sigue sobando y masturbando. Me chupa la polla. Lo hace bien. Me da gustito. Me pongo palote. Me arrastra a una habitación pequeña. Cierra con pestillo. Me sigue chupando. Luz roja. Todo parece deforme. Me sigue gustando. La siento muy dura. Se sube al pollo con colchoneta de escay. Se pone de rodillas. Ensaliba el ojete y se acomoda a la espera que se la meta.

• Le digo que no tengo condón. Me dice que no pasa nada. Le digo que si que pasa. Me dice que en la barra hay un bote con condones y sobres de lubricante. Me meto como puedo el palote en los pantalones. Busco el camino a la entrada. Me cuesta orientarme. No conozco el sitio. Encuentro la barra. Busco el bote con condones y sobres de lubricante. No lo veo. Pregunto. Me lo acercan. Cojo varios sobres de cada. Me giro. Choco. Pido disculpas. Nos miramos a los ojos. El tiempo se para un segundo o una eternidad, no soy capaz de medirlo.

• Es Antonio. Antonio. Mi Antonio. El Antonio que desaparece igual que llega. Su boca hace la señal internacional de sonreír. Sus ojos también sonríen. Me da un pico. Yo no se que hacer. No se que decir. No es situación violenta. Pero estoy nervioso.

• Me hace sentar en la barra. Pide dos tercios. Me habla pero no le oigo. Le hablo pero no se lo que estoy diciendo. Me pone la mano en la rodilla mientras se ríe. Me coge la mano mientras se ríe. Me come la boca mientras se ríe.

• Veo asomar por una cortina alguien que me mira con enfado. No le conozco, no se porque me mira así.

• Me pongo cachondo. Cogido de la mano me lleva hasta una habitación pequeña. Luz roja. Me morrea, me chupa los pezones, me come la polla, me lame el culo. Me gusta Antonio. Me gusta lo que me hace. Me gusta que yo le guste. Yo también se lo como todo. Se lubrica el ojete. No necesito condón con el. Buff. Que calentito y agradable siento su coño, como el le llama.

• No se quien se folla a quien, porque Antonio siempre toma la iniciativa. Me supera estar siempre sometido a su juego. Soy un juguete, un consolador para su uso y disfrute. No me importa, hago lo que me pida. Confío en Antonio. Todo me excita si es con el.

• Gime como una puta, como le gusta que le llame cuando le follo. Gime agudo y continuo. Le gusta gemir. Me gusta oír a Antonio gemir. Me excita. Me pone burrote oírle gemir como una mujer, pero siendo un hombre. No es afeminado. No me gustan las mujeres. Soy maricón. Le follo más fuerte. Gime más fuerte. Se mueve hacia mi. Me folla la polla. Y gime agudo.

• Se saca la polla y se tumba en la colchoneta de escay. Me masturbo. Me coge por la muñeca y me dice que pare, que me tumbe junto a el. Me abraza. Cara a cara. Me soba la polla. Despacio. Como una caricia. Sin masturbar pero sin dejar en paz.

• Me sonríe. Se marcha igual que llegó.

• Me visto. Me siento sucio. Pegajoso. Apestoso. Enfadado. Impotente. Feliz.

• Entro en un bar con hora punta. Rozarse sin querer. Sobar queriendo. Música fuerte. Menos mal que ya no se fuma en los bares. No quiero recordar como era.

• Alguien me mira. Me da igual. Me aburro. Me queda media cerveza. Alguien me sonríe. Me da igual. Alguien se acerca. Me da igual. Me habla. Le respondo. Bromas. Tonteo. Me aburro. Me invita al cuarto oscuro. No me apetece. Se ofrece a acompañarme a casa. Me da igual. Nos vamos.

• Nos desnudamos. No tengo mucho interés. Me dejo llevar. Me come todo, me besa todo. Lleva la iniciativa. No me apetece nada. Me pongo boca abajo, a ver si termina pronto y se va. Tiene polla grande, gorda, larga. Tiene pollón. Parece de esos consoladores que ponen en estanterías de sex-shop. Más fantasía que realidad. Me come bien el culo. Muy muy bien.

• Me come la polla. Es insaciable. Se la traga hasta el fondo. Siento las arcadas, pero aguanta. Babea bien la polla. En cuclillas se monta y me cabalga. Lo hace despacio. Sintiendo cada milímetro. Disfrutando. Gime como un hombre, no es Antonio. Cabalga y trota. Sin descanso, pero lento y suave, para dar gustito. No para correrse. El pollón me golpea el estomago. Parece un campanario con los huevacos de badajo a juego. A ver si termina y se larga.

• Me pone boca abajo, me lubrica con la lengua. Lame y babea. Escupe. Me pone la puntita en la entrada. Que creído se lo tiene que eso me vaya a entrar. Va despacio, muy despacio. Se nota que sabe como usar esa herramienta. Sera años de usarla en ojetes estrechos o normales. Empuja despacio. Molesta. No duele. Siento el ojete tenso, al limite de sus posibilidades. El esfinter tirante y duro. Se nota que nunca me han metido nada con ese diámetro. Sigue empujando. Sigue entrando. Sigue molestando. Duele un poco.

• Es como si fuera la primera vez que me follan, pero sin brusquedad ni precipitación. Como si fue la primera vez. Brusca. Precipitada. Dolorosa.

• La siento toda. Toda.

• Me llena. La siento toda.

• Como si supiera que estoy al limite del dolor, la saca. Vuelve a comerme el culo. Es como un masaje después de un esfuerzo. Escupe. Vuelve al ataque. Parece que entra mejor. La siento toda. Me llena todo. La siento adentro. Muy adentro. Como nunca he sentido nada dentro de mi. Humano o de silicona.

• La mete toda, se queda quieto. Como si supiera que estoy al limite, se queda quieto. Siento mi culo palpitar. Lo siento caliente. Acoplándose. Sabe lo que se hace este hombre. Si quiere quedarse un ratito no me importa.

• Empieza a sacarla despacio. Parece que no termina nunca de salir. Hasta quedar toda fuera. Pone la puntita y la mete despacio. No para de entrar, parece que me vaya a sacar el pollón por el ombligo. Se queda dentro sin moverse. Como si supiera como usar ese pollón. Si se quiere quedar dos ratitos tampoco me molestaría mucho.

• Vuelve a salir y entrar, despacio. Muy despacio. Cada vez entra y sale con mas facilidad. Con mas placer. Parece que si sabe usar su pollón. Sin abusar. Sin imponer. Sin demostrar lo macho que es. Quiero que se quede y me folle mucho. Mucho.

• Se para el tiempo. No siento mi cuerpo. Solo siento su pollón y mi placer etéreo. Deseo gemir. Vicente no me hace gemir, solo me da gustito. Ahora tengo gustito y gimo. No me siento yo. No me siento humano. Soy una burbuja llena de gustito infinito. No quiero que pare nunca. Nunca.

• Me llena y da gustito. Me vacía y da gustito. Mantiene el mismo ritmo, Acompaso la respiración y los gemidos. Que no se acabe nunca. Que no se canse nunca. Que yo pueda soportarlo sin derretirme ni descomponerme en moléculas microscópicas y desaparecer de tanto gustito.

• No puedo controlar mis emociones. No puedo controlar los deseos. Quiero que me folle y que se quede dentro el resto de mi vida. Quiero que se pare y sentirla palpitar dentro de mi. Quiero que folle brusco y salvaje. Que folle suave y dulce. Que me bese. Que me azote. Que me aplaste. Que me libere.

• Se para. No dentro. Se levanta. Siento el vació dentro de mi. Siento el vació fuera de mi, en mi vida. Siento frio y miedo.

• Me doy la vuelta para mirarle y saber que pasa.

• Coge mis piernas, las apoya en los hombros. Me llena otra vez. Gimo. Gimo mucho. Gimo fuerte. Me obliga a gemir. No puedo evitarlo. No quiero evitarlo. Me folla más fuerte. Es mi Dios. Le juro adoración eterna.

• Que locura. Que gustito. Que gustazo. Nunca he llegado a tener tanto gustito como ahora mismo. Tanto que es insoportable. Siento que algo dentro de mi va a estallar. Un globo de gustito que nadie a podido nunca explotar. El gustito se acumula. Me folla tan fuerte que no me da tiempo a asimilar tanto gustito. Lo siento llegar. Ya llega. Llega. Llega.

• Un escalofrió recorre todo mi cuerpo. Siento su polla follando, pero no la siento igual. El gustito ya no esta localizado donde me folla. Lo siento hasta en los dedos de los pies. Cada empotrada la siento en cada centímetro de mi cuerpo. Es como haber roto una barrera, pasado de nivel.

• La leche que me sale de la polla llena toda la barriga, el pecho y una salpicadura me llega a la mejilla y la frente, tres, cuatro, cinco lechadas. Calientes. Abundantes. Como nunca.

• Me sigue follando y siento como el gustito se va acumulando, a punto de romper otra barrera. Acelera la follada. Empieza a convulsionar. Cierra los ojos y empuja mas adentro. Rompe la segunda barrera. Un escalofrió corre por todo el cuerpo.

• Los dos cuerpos convulsionan juntos. Dos orgasmos. Uno mio, otro de mi Dios.

• Quedo exhausto. Me ahogo. Me falta el aire. No me importa morir. Ahora no. Así no.

• Besa mis pies. Se tumba a mi lado. Me rodea con su brazo. Me duermo.

-Despierto. Veo luz de sol por la ventana. Recuerdo. ¿Fue un sueño?.

• No.

• Siento molestias en el culo. Me lo toco. Esta viscoso. Húmedo. Escocido. Fue real.

• Me levanto. Meo. Voy a la cocina. “Buenos días” – dice un hombre desnudo, sentado ante un vaso de zumo.

• “Te estaba esperando para desayunar, hay que recuperar fuerzas si quieres que volvamos a follar” – dice el hombre desnudo.