Contenido 18+

18+ significa contenido Adulto. La vista del contenido en esta comunidad podría no ser adecuada en algunas situaciones.

Las publicaciones de esta página pueden contener imágenes, referencias o historias explícitas.

De Vacaciones con Andrés 3

Escrito por: Switchpoblano

Dogtraining Humillación Maduro y joven Penes pequeños

Andrés se saca la verga de mi boca y se pone de pie - aquí perro- me dice tronándome los dedos y salgo de debajo de la mesa colocándome delante de él en posición de “sentado”.

Lo miró de frente- es hora de tu paseo nocturno animal- me dice sonriendo.

Lo escuchó subir a su cuarto y regresa vistiendo ropa deportiva, trae un collar de perro en la mano, una correa, un bote de lubricante y un plug que termina con una larga y gruesa cola de perro.

Sin que me lo tenga que ordenar me coloco en cuatro patas y pongo mi cabeza contra el piso; cada noche hemos seguido el mismo ritual: Andrés se agacha detrás de mi y me unta lubricante, es un trabajo largo porque mi culo apenas tiene unos días bajo su entrenamiento.

Mientras me unta aquella viscosa solución me va metiendo los dedos, los siento entrar y salir con total familiaridad, después de tantos días mi culo ya lo conoce mejore que mi cocina.

Tiene los dedos grandes como su mano, son dedos delgados, alguna vez comparamos nuestras manos y sus dedos destacaban de los míos por una falange- otra señal de que soy superior a ti- me dijo sonriendo. Hoy no me queda duda de que Andrés es mejor y superior a mi en todo, con esa conciencia dejo que me meta los dedos.

Cuando considera que me ha dilatado lo suficiente toma el plug con la cola y me lo mete despacio en el culo. No es un plug puntiagudo, tiene la punta redonda, por lo que su entrada es lo que nos cuesta más trabajo.

No puedo evitar gemir, siempre es un gemido genuino, es una mezcla extraña, me duele y a la vez me excita que el chico me meta esa cosa en el ano. Un objeto que no es para darme placer sino para humillarme, al final me hará traer una cola de perro saliendo de mis nalgas.

El plug entra finalmente y poco a poco se va metiendo en mi ano- buen perro- me dice dándome una nalgada, luego me pone el collar de perro en el cuello- toma tu ropa- me ordena y camino hacia a la puerta.

En una bolsa de plástico están hechos bola una sudadera y unos shorts que en realidad eran mis pants, pero Andrés los recortó el primer día para que me quedaran a la mitad de mis muslos.

Me pongo unas calcetas y unos tenis que están también metidos en la bolsa. He usado esa indumentaria todos los días para la misma actividad, huelen a sudor, a la bolsa de plástico, su olor es penetrante.

La sudadera tiene un cierre que me permite esconder el collar debajo de ella, Andrés se guarda el collar en el bolsillo, luego vierte una botella de dos litros en un plato de perro que está junto a la entrada, me agacho a beber, no saldremos de ahí hasta que me la termine.

Salimos de casa, Andrés da pasos largos y juveniles, yo debo caminar detrás de él, siguiendo los pasos de mi Amo, si me atraso recibiré castigo…

Andrés decide cuándo caminar y cuándo correr. Ya es de noche, pero es temprano, hay gente en las calles y hay muchos coches pasando junto a nosotros… aunque la humillación es discreta me preocupa que algún conocido vea mis pantalones rotos convertidos en una especie de puti short o noten que en el trasero traigo debajo del short algo parecido a una cola de perro.

La cola es larga y la siento clavada en el ano cuando camino y cuando corro, Andrés decide cuándo acelerar el paso, cuando correr y cuándo detenerse.

Avanzamos siempre por el mismo camino, la primera vez que hicimos un “paseo nocturno” le mostré la zona: cerca de la casa pasa un río, en algunas zonas está completamente solitario, no es que sea muy seguro pasear por ahi a las siete de la noche pero cuando se está caliente se piensan poco esas cosas.

Llegamos al mismo sitio que cada noche- ya sabes qué hacer perrito- miro a todos lados con cierto nerviosismo y me quito a toda prisa la sudadera y el short, quedando completamente desnudo, me arrodillo en cuatro patas delante de él.

Tiemblo pero no es de frío, tengo ansiedad y no puedo mentir, sentirla me encanta, es como volver a ser joven a los 47.

Andrés levanta mi ropa y me pone la correa en el collar- andando- me dice moviendo la correa y avanzo delante de él a cuatro patas sujeto de la correa como un perro obediente.

El pasto, las piedras, todo me lo aguanto con tal de complacer a mi Amo, siento ráfagas de frío en el culo que se aprieta al plug, mi “cola” se mueve de un lado al otro como si fuera un alegre perro paseando, avanzamos por un kilómetro internándonos en aquel oscuro paraje, Andrés usa la linterna de su celular cuando la oscuridad nos rodea por completo, el sonido del río hace que nuestras voces se escondan

Llegamos a un claro, no hay luz, ni casas, ni nadie -¡sentado!- me ordena y obedezco, me quita la correa - ¡rola en el piso!- me tiro y giro sobre el pasto húmedo y la tierra mojada- buen perro- dice tomando un pedazo de rama del piso

-¡Ve por ella!- me ordena aventándola relativamente cerca y apuntándola con la luz de su celular… avanzó a cuatro patas y la tomo se la llevo con el hocico, vuelve a a aventarla y vuelvo a ir por ella…

Me siento humillado, si, pero me estoy humillando para mi Amo, el quiere divertirse viéndome ser un perro y lo estoy siendo… siempre me avienta el palo al menos unas cinco veces, después de la quinta, jadeando genuinamente de cansancio se la entrego y la tira junto a él - ¡ladra!

-Woooof wooooof wooooof- ladro con todas mis fuerzas, algunos perros a lo lejos me responden

-¿Quiéres mear?- me pregunta y ladro meneando las nalgas, la cola de plástico se mueve a derecha e izquierda haciéndome ver más animal; me coloca la correa y me lleva cerca de un árbol, la primera vez que hicimos aquella rutina comprendí en ese momento porqué no podíamos dejar la casa sin que hubiera bebido los dos litros de agua.

Meo levantando la pierna… la pata… apoyándola en el árbol. Tardo mucho en mear y siento ansiedad, si alguien nos descubre iré a la cárcel por exhibicionista y por mear en la vía pública.

El chorro de orines pasa por debajo de mi y se sigue haciendo un pequeño arollito, termino de mear.

-Huele tus meos- me ordena y acerco la nariz a ellos, Andrés me empuja la cara con su pie para que toque el piso embarrándose de tierra y de mis orines, me deja el pie unos instantes mientras me azota las nalgas con sus manos - buen perro, vístete- me ordena y lo hago a toda prisa, un poco aliviado de que la humillación termine y que, afortunadamente nadie nos haya descubierto.

Avanzo corriendo detrás de él hacia la casa, siempre el regreso es más angustiante porque mi cara y mis piernas están sucias, llenas de lodo y meos… afortunadamente en mi calle no hay gente, en cuanto entro a la casa me quito la ropa y la regreso a su bolsa . Estoy hecho una mierda: sudor, meados, tierra… me hace avanzar en cuatro hacia el jardín, dejando una estela de porquería en el pasillo y la cocina, en el jardín enciende la manguera y me da un baño… el agua está fría pero es refrescante… me dejo además consentir porque Andrés con la ternura de un niño que baña a su perro, me pasa la pastilla de jabón por todo el cuerpo…

Estar desnudo delante de Andrés no ha sido fácil. Hace unas semanas lo hubiera hecho sin problema, pero aquella mañana, después de servirle de mueble sosteniendo el papel de baño con los pezones sucedió algo que me hizo sentirme humillado y terriblemente avergonzado.

Cuando Andrés terminó de limpiarse me quitó las pinzas - regresa el papel a su lugar y pon esas pinzas sobre el lavabo, te voy a usar de la misma manera cada vez que entre al baño, a partir de hoy tu te pondrás las pinzas solo- me advirtió y de hecho ha cumplido su palabra todos los días.

-Bueno, esclavo, llegó la hora de ver mi propiedad- me dijo- desnúdate.

Ya me había quitado la playera y como estaba aún en pijama lo único que quedaba por quitarme eran el bóxer y el pantalón.

Cuando conocí a Andrés me había imaginado muchas formas de estar los dos desnudos, jamás así, siendo obligado a encuerarme delante de él, y aunque él estaba ya desnudo el hecho de despojarme de la ropa por una orden me hacía sentir vulnerable y expuesto.

Cuando me quité la ropa, Andrés miró mi verga… hizo una cara de sorpresa y comenzó a reír - ¿Qué es eso?- me preguntó con un sarcasmo que me hizo sentirme más humillado que nunca en la vida, su verga estaba flácida y media seis centímetros. La mía estaba parada y era considerablemente más chica.

Jamás había tenido la necesidad de compararme, había visto vergas grandes en el porno pero nunca me había cuestionado sobre mi tamaño, ahora que tenía con qué compararla, caía en la cuenta de que era de un tamaño bastante pequeño.

Me llené de vergüenza, vaya forma de descubrir que soy un “pito chico”.

Se puso a mirarme de un lado al otro riendo -¿en dónde está tu verga esclavo?- me decía una y otra vez… jamas me habían humillado así y escuchas que me llamaba esclavo me hacía sentir aún peor.

-Es esta- le dije finalmente cómo tratando de decir algo para quitarme la vergüenza

-Eso es un clitoris y he visto clitoris mas grandes- me dijo sin parar de reír.

Se sentó en una silla y yo permanecí de pie -¿sabes porqué la tienes así de pequeña?- me preguntó mirándomela con una sonrisa en ma cara, no supe qué responder

-¿Sabes porqué yo la tengo así de grande?- me insistió y yo no podía creer que a mis 47 años me estuviera dejando humillar de esa forma por un chico de 21… pero ver la diferencia de tamaños en verdad me hacía sentir avergonzado

-Porque yo soy un Hombre y tú una puta- dijo respondiendo a su pregunta y luego abriendo sus piernas se meneó la verga que comenzó a crecer hasta alcanzar sus 15 centímetros -esto es una verdadera verga… ven puta… ven y adórala…

Cualquier hombre, ante tanta humillación hubiera corrido al chico aquel de su casa… yo… yo me arrodillé y me la metí en la boca, ahí fue cuando a punta de cachetadas me enseñó a adorarla como debemos adorar una verga los inferiores

De Vacaciones con Andrés 3

Xtudr, el chat esencial para los fetichistas gays, te conecta con miles de chicos en tu área que comparten tus gustos. Disfruta de la comunicación instantánea enviando y recibiendo mensajes.

Explora una forma rápida, sencilla y divertida de conocer gente nueva en la red de encuentros para chicos líder como Switchpoblano.

Con Xtudr, puedes:

- Crear un perfil con fotos y preferencias.

- Ver perfiles y fotos de otros usuarios.

- Enviar y recibir mensajes sin restricciones.

- Utilizar filtros de búsqueda para encontrar tu pareja perfecta.

- Enviar y recibir Taps a tus favoritos.

Regístrate en la aplicación fetichista y BDSM más popular y comienza tu aventura hoy mismo.

https://www.xtudr.com/es/relatos/ver_relatos_basic/40826-de-vacaciones-con-andres